PRESENCIA ALEGRE Y ESTILO CON ALMA

Presencia alegre y estilo con alma

Presencia alegre y estilo con alma

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Hoy, donde lo original triunfa, las chicas distinguidas destacan con presencia elegante y un brillo especial que hipnotiza. La gran pregunta es: ¿qué caracteriza a una chica distinguida?. Vamos a explorar este fascinante universo con un toque divertido y algo de ingenio, porque ser distinguida no significa ser aburrida, ¿cierto?. Al hablar de chicas elegantes, no nos limitamos a ropa bonita (aunque ayuda mucho). Hablamos de esa vibra única que emiten al entrar. Puede ser su postura erguida, esa sonrisa pícara, o la manera elegante de sostener una taza de café, como si fuera parte de un ritual ancestral. Visualiza a una chica andando por la calle con paso decidido, melena suelta y mirada penetrante. Los demás no pueden evitar mirarla, no por lo evidente, sino por ese aura magnética. Tal vez es su voz suave, el modo en que habla, o el perfume que queda flotando.

No necesita accesorios brillantes ni atuendos que griten para ser notada. Elige ropa básica, pero la mezcla con maestría. Podría llevar un blazer con denim o un vestido negro que destaca sin exagerar. Eso sí, elegancia no es igual a frialdad. Al contrario. Sabe cómo sumar humor y calidez a su elegancia. Pueden reírse de sus errores, contar bromas ingeniosas y conversar cortesanas refinadas con cualquiera.


Tips discretos para un brillo natural


Ser distinguida es saber quién eres y potenciar lo que te hace única. Tal vez sea tu voz encantadora o tu risa que relaja el ambiente. Las chicas distinguidas saben que no todo es apariencia o modales de princesa. También hay espacio para disfrutar la vida con una buena dosis de humor. Son capaces de reír al tropezar (sin perder el estilo), encontrar soluciones rápidas y no dar importancia a comentarios. De hecho, una chica distinguida puede entrar a una cafetería y pedir un café como toda una experta, solo para después confundir la salida con la entrada del baño. ¿Y qué hace? Se ríe, se endereza y suelta: “Creo que me equivoqué de escena”. Y continúa caminando, fresca y segura.

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